FRAGMENTO DE MI NOVELA QUE ESTÁ EN EL HORNO...

Los periódicos claman voces contra el narcotráfico y cuentan historias de horror michoacano con cabezas de decapitados lanzadas a discotecas o la historia de la muchachita violada y muerta asfixiada con una sábana al cuello que tenía solamente 15 años y ya andaba rodando por las calles pues no le gustaba el orden no vivía con sus padres prefería andar subiéndose a coches sus amigos le decían no te subas a cualquier carro mas ella a nadie pedía permiso no vivía con su familia y fue el papá humilde jornalero quien tuvo que reconocer el cadáver de su hijita de apenas 15 años y al hacerlo seguramente pensó en el día en que nació en las múltiples alegrías que debió haberle proporcionado durante su infancia tal vez pensar en el momento en que la perdieron al ella preferir la calle la mala vida sentir que fue su culpa o culpa de su mujer o culpa de sólo Dios sabe o a lo mejor hasta culpa de ese mismo Dios que lo ha llevado a reconocer el cuerpo ya sin vida de esa su hijita que una vez tuvo ocho, cinco, tres años, o dos meses, luego 13, 14 años y los 15 en que quedó detenida su vida tan sólo unas horas antes de que ése Dios le haya conducido hasta esa habitación para identificar a su hija decir “es ella” darse cuenta de que no la va a volver a escuchar mentarle la madre o reírse de él decirle viejo loco yo soy joven me quiero divertir y el hombre sólo espera muy en el fondo de su corazón que verdaderamente su hija se haya divertido bastante hasta el momento en que dejó de respirar que ojala no haya sufrido pero eso él no lo sabe pues nunca antes se ha muerto y no sabe qué se siente aún y cuando en el momento que vio a su hija en la plancha fría sintió que una parte de él moría.

Todo eso pasa dicen por las drogas.
Qué le dejan a uno.