Requiero yoga. Requiero poesía.
Requiero mar.
Ahí viene de nueva cuenta el re-nacer de nuevas gaviotas
alas nuevas prestas a surcar nuevos cielos
y es que sí, dije cuatro veces que son nuevos
porque de hecho sería:
novísimo todo
como cada aurora
solo por eso hoy les dejo de mi sentida ins-piración, el siguiente poemita:
MADRUGADA
1.- La madrugada es de la noche la parte más solitaria, ese trance donde todo y todos van desapareciendo dejándome a solas con los recuerdos; es donde muero y renazco bañada en cielos desvaídos, instante en que mis párpados se cierran y logran aprehender tu sublime esencia.
2.- Madrugada, mi alba, aurora donde perece el sueño y vuelvo a la luz exacta de todas mis mañanas, refugio para la pena enorme de la distancia.
3.- De madrugada se funden los lamentos, los aullidos, los gritos del asesinado y todas y cada una de las lágrimas postreras lloradas por los que amamos a destiempo.
4.- Madrugada, residuo de la noche: en ti me hundo para que tu delicado abrazo me rescate. Hoy no quiero perecer.
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