Ayer y hoy y no me importa.
Aquí en la oficina se complacen y se espantan: me vale. Lo dije ya.
Engullo además un coctelito de melón, papaya y miel. Justo lo que ocupo par resarcir el desgatse del entrenamiento matutino, leve, corridita y pesitas.
A las 8:20 a.m. ya ando rebotando en la pistita; a veces me cuesta despegarme de la cama, pero, pienso, quiero vivir más de cien años, hay qué chingarle, ¡y arriba!
Sentir el sol, verlo de frente, la piel tibia y el calor en el cuerpo, las piernas muy vivas: no cambiaría eso. Para dormir tiempo habrá, hoy quiero vivir...
Sentir el sol, verlo de frente, la piel tibia y el calor en el cuerpo, las piernas muy vivas: no cambiaría eso. Para dormir tiempo habrá, hoy quiero vivir...
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