A veces pensamos que nadie se da de veras cuenta de nuestros esfuerzos, que nadie nota el tremendo aguante o las ganas o el dolor callado o la angustia escondida o-
Sin embargo, ahora sé que siempre hay quien lo nota, aunque la mayor parte de las veces quien se da cuenta de ello no es quienes nos gustaria que lo reconocieran, o agradecieran o por lo menos se enteraran...
Siempre hay alguien que es testigo, aunque desafortunadamente pocos hayan aprendido la importancia del agradecimiento y los halagos y cumplidos en nuestra vida cotidiana...
Se necesitan más músculos para enojarse que para sonreír, amén de los múltiples beneficios de estar de buenas, caray...
Por eso, la risa y la sonrisa son por siempre mi mejor terapia para el combate de ESTA PATENTE SOLEDAD...
Abur.
Rayen...
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