Dios le preguntó a los Romanos:
- ¿Ustedes quieren un mandamiento?
- ¿Cuál sería el mandamiento, Señor?
- ¡No matarás!
- No, gracias. Eso interrumpiría nuestras continuas conquistas.
Entonces Dios le preguntó a los Egipcios:
- ¿Ustedes quieren un mandamiento?
- ¿Cuál sería el mandamiento, Señor?
- ¡No cometerás adulterio!
- No, gracias. Eso arruinaría nuestros fines de semana.
Dios entonces preguntó a los Sirios:
- ¿Ustedes quieren un mandamiento?
- ¿Cuál sería el mandamiento, Señor?
- ¡No robarás!
- No, gracias. Eso arruinaría nuestra economía.
Y así Dios fue preguntando a todos los pueblos hasta llegar a los Judíos:
- ¿Ustedes quieren un mandamiento?
- ¿Cuánto costaría...?
- Es gratis.
- ¡Entonces mándanos diez!
jejejejeje.... y que conste que soy judía en quinta generación... ¡y eso no fue chiste!
AHI SE VEN...
besitos a leo
y saludos a la banda malandra que no escribe
¡menosa mi fanjonzota-futura-doble-súper-mamá
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