Miércoles.

Anoche fue la grandiosa celebración del vigésimo aniversario de teatrera de mi comadre Pequita... a pesar del frío que se dejó sentir, muchos la acompañamos en el gran evento. Una semblanza, un fragmento del monólogo TENGAMOS EL SEXO EN PAZ, de Franca Rame y Darío Fo (que dejó a más de uno con ganas de verlo completito), la entrega de un reconocimiento y las palabras de Sandra agradeciendo a todos sus familiares y amigos que la han acompañado en este largo camino, que seguramente solo prefigura un trecho aún más enriquecedor por andar.

Enhorabuena, amiga, y sigamos trabajando por el derecho de todos a la cultura, por la dignificación del quehacer artístico y por un mundo mejor desde nuestras trincheras.

Lo mismitico podré decir en unas cuantas horas, cuando mañana por la noche atestigue el estreniomundial de la obra ÁNGELES DE LA FLAMA ROJA, de mi cuatachín Demetrio Ávila, con la espectacular actuación de Martín Salceda, bajo la dirección del maestrazo Medardo Treviño.

Nutrida la actividad cultural para este magnífico cierre de año 2009, el mejor año de nuestras vidas, que espera con sencilla humildad ser sustituído por un 2010 es-pec-ta-cu-lar. Oh, sí. Ya lo veremos, todos.

Yo, a punto de conmemorar una vuelta más en la rueda de la vida, una muesca más en la cacha de mis pistolas, un hito por celebrar, un recomenzar equiparable al de cada mañana en que de nueva cuenta el universo, en su equilibrio perfecto, me da champú de andar por aquí. Y yo también, que más que determinada estoy a ser, estar y permanecer.

Este cotorreo está con ganas, y se pone cada vez mejor...

YEAH...

foto cortesía de claudia liñán