Saturday, día de saturno.
Día de trabajo, si bien no ha comenzado el taller de literatura, bendita UAT...
Mi estómago resuena vacío. Vine en transporte público a la oficina, pues Bruno adorado se quedó en el taller... hubiese querido hacer lo mismo.
He terminado cada uno de los recientes días con un espantoso dolor de cabeza, sinónimo de cuánto me esfuerzo en tolerar mis jornadas de trabajo, largas y aburridas: las minas de sal...
Me alegra saber que las presas de México se recuperan, que el otrora hermoso lago de Chapala subió un centímetro; espero lo mismo del de Texcoco. Garcias, Tláloc.
Mi vida es buena, cada día que inicio lo confirmo, lo reafirmo, lo declaro, lo acepto, lo abrazo...
Cualquier detallito que no encaja, sacúdome como el perro que soy: cush, cush, zape, bye.
POR CIERTO...
Ya el 4 de febrero inició el año del tigre. Oficialmente entra el 14, día de San Valentín, mártir de los enamorados, ya sea por el santo original o por la friega del consumismo hacia las parejitas.
A los que no tiene pareja, véamos el lado amable: no hay que gastar dinero a lo tarugo en aras de "demostrar" afecto y cariño. Nada de chocolatitos, nada de florecitas ni diamantes.
El amor es del diario, digo yo.
Bueno, ya me fui....
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