HOY SE CONCLUYE EL #APAGÓNTELEVISA, la iniciativa de miembros de la sociedad civil que invitaron a que evitemos la programación de esa televisora.
Yo siempre lo hago, jejeje, ahora solo invité a más personas a sumarse...
Ojalá haya tenido éxito... ya veremos qué resultados hay.
Esta revolución que sucede frente a nuestras narices mucho tiene que ver con el despertar de conciencias: la gente se vuelve cada día más conciente, más responsable, más participativa...
De eso se trata el asunto, pienso yo...
La habilidad de la lectura eficiente está volviéndose cada vez más importante en la nueva economía del conocimiento, y permanece como la actividad más efectiva para transformar la enorme marea de datos en información útil, tanto en el área de la educación como en la de los trabajos profesionales.
Aunque los buenos lectores leen a velocidades de más de mil palabras por minuto, con cerca del 85% de comprensión, solamente representan el 1% del total.
Los lectores promedio constituyen la mayoría, y sólo alcanzan alrededor de 200 palabras por minuto, con una comprensión típica del 60%.
Esto parece sorprendente, ya que la mayoría son lectores activos de documentos, diarios, libros, textos académicos y contenidos informáticos, practican diariamente por lo menos una hora, con tan intenso entrenamiento que uno podría suponer que deberían estar cerca de las mejores performances, infortunadamente está lejos de ser la situación real.
El lector promedio es 5 veces más lento que el buen lector. Las cosas empeoran si consideramos la eficiencia de la lectura además de la velocidad.
La eficiencia de la lectura es la velocidad de lectura medida en relación con el grado de comprensión, y esto equivale, en el lector promedio, al sesenta por ciento de la cantidad de palabras leídas por minuto (es decir, sesenta por ciento de 200 es 120 palabras comprendidas eficientemente).
Los buenos lectores comprenden el 85% (o sea, si leen mil palabras por minuto comprenden eficientemente 850), por lo tanto la eficacia de estos lectores es siete veces más grande que la de los lectores promedio.
Imaginemos los resultados del lector promedio comparándolos con performances logradas en otras áreas. Podemos imaginar a un atleta que practica todos los días en la pista y luego sólo puede caminar durante una carrera de 100 m. También podemos figurarnos a un corredor de autos que nunca excede los 60 kilómetros por hora, o un pianista que practica todos los días de la semana por veinte años, y solamente es capaz de tocar música como un principiante.
Infortunadamente, desde la edad de 12 años los lectores no mejoran su eficiencia y nunca alcanzan su capacidad plena.
Cada usuario de computadora que también es un tipeador lento, sabe de los beneficios que puede obtener de un curso de tipeo, pero ninguno sospecha los beneficios mucho mayores que podría alcanzar mejorando su velocidad y comprensión de lectura.
El rápido progreso del software de reconocimiento de voz (en la computadora) puede que gradualmente haga obsoleta la virtuosidad del tipeador, ya que un buen tipeador sólo puede escribir a una velocidad mucho más baja que la de las palabras pronunciadas; por otro lado, la palabra hablada por humanos o computadoras, que tiene una velocidad promedio de 150 palabras por minuto, siempre será varias veces más lenta que la performance alcanzada por un buen lector.
Hay tres cosas que se necesitan para un óptimo mejoramiento de la lectura rápida: los libros, las clases personalizadas y el software. Las tres son necesarias para alcanzar un cambio importante de nuestra performance actual: necesitamos los conocimientos básicos, que se pueden obtener de un libro o del material de un taller; las clases personalizadas (aunque se trate de un pequeño grupo), que brinda orientación y promueve estímulos, y el software que permite repetir una y otra vez procedimientos que sirven como entrenamiento hasta alcanzar el dominio.
La clave es aceptar la necesidad de un esfuerzo inicial (algo así como aprender a manejar los comandos de un avión) para disfrutar en el mediano plazo de la enorme ventaja de trasladarse a una altísima velocidad, en comparación con el hecho de ir a pie o en auto.
TEST DE VELOCIDAD DE LECTURA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario