os kabbalistas enseñan que sumergirnos en agua es una de las más grandes herramientas para la curación espiritual. Ellos lo llaman Mikve, una piscina de agua específicamente diseñada para limpiar nuestro cuerpo y nuestra alma. El agua es la forma terrenal más cercana que asemeja la esencia de la Luz del Creador. Piensa en el agua como si fuera Luz líquida. Nuestros cuerpos están compuestos por más del 70% de agua. Cuando el cuerpo está completamente inmerso, sin que quede un solo cabello fuera del agua, la oscuridad espiritual es purificada.
Existen Mikves especiales en todo el mundo, construidas con medidas específicas. Pero si no puedes llegar a una, sumergirte en el océano, o en un lago o en cualquier cuerpo de agua natural puede servir. Si todo lo demás falla, incluso una piscina será suficiente.
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