Bienamado, dueño mío
señor de mis pensamientos:
a tí ofrendo el incienso de mis horas,
lo largo y eterno de mis días,
a tí consagro el respirar tardío de mis ansias;
yo, fruta madura,
carne maciza, dientes, sal,
hoy te dedico
cada gota de miel en los labios
y estas manos multiplicadas por el deseo.
-------------------------------- lorena illoldi
1 comentario:
Eso es amor puro.
Saludos Lorena
Daniel
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