CINCO COSAS...

cinco cosas acerca de lorena illoldi que usted desconoce y quizá prefiriese seguir haciéndolo…

uno. Es mocha de clóset. Está más que escandalizada por las caricaturas de la Virgen de Guadalupe; ya ha manifestado su desacuerdo y desagrado a católicos practicantes, a los cuales parece valerles más que madre (o menos, quizá) que caricaturicen a la morenita del Tepeyac y le llamen la virgencita plis. Cabe aclarar que no es católica, si bien fue criada en dicha fe, de la cual desertó felizmente a los 16. Para no hacer berrinches, ha decidido ya no opinar acerca del tema, pues ahora resulta que hasta con San Charbel y San Judas andan haciendo su agosto, pues venden de TODO tipo de artículos con las mentadas caricaturitas.

dos. Una manía (de tantas) es la de embadurnarse de crema las manos antes de dormir. Leyó alguna vez hace muchos años que en las manos es donde se nota la edad, y que a veces se avejentan de más simplemente por no tener cuidados mínimos. Desde entonces duerme con un enorme tarro de cold cream en su buró.

tres. Cuando era niña era absoluta y totalmente retraída. No empezó a hablar sino hasta mucho después del año de edad. En las fiestas no jugaba ni le pegaba a la piñata. Se escondía para leer libros a todas horas. Se le quitó lo nerda en segundo año de secundaria convirtiéndose en el demonio de Tasmania que todos conocen.

cuatro. Es adicta a los videojuegos, situación que si bien ahora controla, en sus tiernas mocedades la llevaron a liderar una banda de vagos en el oscuro rincón de un arcade/chispas del centro de Tampico llamado “LA CUEVA” . Si bien nunca tuvo líos con la autoridad, algunos biógrafos señalan ésta como su primera incursión con los bajos mundos…

cinco. El amigo con más tiempo de conocer en su vida y que sigue en activo es la estúpida musaraña, alias Rodolfo Ángel Rodríguez Bojórquez, pues se padecen mutuamente desde que vivían en Tampico, y eso fue en 1987. Ya llovió.