asistentes al jueves de letras
no fue nunca la poesía
la última ocasión de lo humano
no fue nunca la poesía
la oportunidad de redimir mi canto
no fue nunca la poesía
recurso válido para sanarme
qué es sino el espanto
amarga sucesión de cantos funerarios
en gargantas enmohecidas
qué el vacío/lo cascado de mi voz
la tuya
y este dolor perpetuo
qué es la vida sino este continuo andar
y andar
sobre los mismos pasos
bajo un sol que no calienta
repito las mismas maldiciones
los conjuros
mentiras que calman a ratos
la bestia enfurecida de dolor que llevo dentro
y que simplemente no comprende
por qué no habría de bastar
tan sólo
la poesía
lorena illoldi
no fue nunca la poesía
la última ocasión de lo humano
no fue nunca la poesía
la oportunidad de redimir mi canto
no fue nunca la poesía
recurso válido para sanarme
qué es sino el espanto
amarga sucesión de cantos funerarios
en gargantas enmohecidas
qué el vacío/lo cascado de mi voz
la tuya
y este dolor perpetuo
qué es la vida sino este continuo andar
y andar
sobre los mismos pasos
bajo un sol que no calienta
repito las mismas maldiciones
los conjuros
mentiras que calman a ratos
la bestia enfurecida de dolor que llevo dentro
y que simplemente no comprende
por qué no habría de bastar
tan sólo
la poesía
lorena illoldi
atardecer
entonces me incendié en la soledad
porque escribir es consumirse
Blaise Cendrars
las puertas de estas horas destiñen si las tocas
uno va al balcón porque la luz obliga
entras al mundo por el destello que se le pega a todo
y todo
parece emitir su propia luz
el cielo da la impresión de segmentarse
las nubes tienen ámbitos ocultos
recintos que se inundan de tu esencia
luminosidad que precede al lenguaje y la razón
el tiempo pasa y una se adentra en la penumbra
el corazón oscurece también un poco
el ojo ve más allá
el paisaje se hace más profundo
la montaña pierde sus texturas
el día se zambulle dentro de su propio fuego
ahora
sólo el tacto puede descifrarme
entonces me incendié en la soledad
porque escribir es consumirse
Blaise Cendrars
las puertas de estas horas destiñen si las tocas
uno va al balcón porque la luz obliga
entras al mundo por el destello que se le pega a todo
y todo
parece emitir su propia luz
el cielo da la impresión de segmentarse
las nubes tienen ámbitos ocultos
recintos que se inundan de tu esencia
luminosidad que precede al lenguaje y la razón
el tiempo pasa y una se adentra en la penumbra
el corazón oscurece también un poco
el ojo ve más allá
el paisaje se hace más profundo
la montaña pierde sus texturas
el día se zambulle dentro de su propio fuego
ahora
sólo el tacto puede descifrarme
nicole cecilia delgado
1 comentario:
wooo! gracias por esa semana de poesía y creatividad. buen viaje!
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