En pleno agotamiento de esta vida vacía, la escarcha en el vaso es promesa que reanima.
Luz de oro, sangre helada, flujo que canta al compás de canciones que hablan de humo, de amores, de mentiras, de traición.
No hay desnudez más total que la exhibida cuando con los otros bebo del cáliz de las mentiras, el áureo elíxir que todo cura; no hay cercanía más estrecha que la de las pupilas errantes entre estas sombras que un día fueron luces y hoy son sólo latidos vanos. Y me duermo con tu nombre y tu sabor en el recuerdo.
Luz de oro, sangre helada, flujo que canta al compás de canciones que hablan de humo, de amores, de mentiras, de traición.
No hay desnudez más total que la exhibida cuando con los otros bebo del cáliz de las mentiras, el áureo elíxir que todo cura; no hay cercanía más estrecha que la de las pupilas errantes entre estas sombras que un día fueron luces y hoy son sólo latidos vanos. Y me duermo con tu nombre y tu sabor en el recuerdo.
Lorena Illoldi
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