Cada día es una flor fragante de aquel enorme racimo que la vida dispuso ante nosotros el día que encarnamos en esta conciencia...
Deseo de todo corazón que todos podamos ser capaces de domar los torbellinos interiores y descubramos el poder que detentamos sobre nuestros pensamientos, único control maestro de nuestra realidad.
Cada día es un botón fresco que se abre lentamente con el transcurrir del día, y va regalándonos el aroma de la vida, el dulce olor de las sorpresa niñas de los minutos desplegándose gentiles a nuestros sentidos.
Qué va a estar mal este asunto, caray...
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