www.flickr.com

martes, septiembre 11, 2012


DIGO YO… desde el Solana
Agosto, 2012, Tampico, Tam.
LO QUE ALCANCÉ A VER Y A OÍR…
Por Lorena Illoldi

AJUSTE DE CUENTAS

“Ajuste de Cuentas”, de Armando Mancilla, es un breve y eficaz texto parte de una trilogía que puede ser abordada en fragmentos o como unidad, y que retrata en fugaz instantánea una más de las múltiples facetas del poliedro del narcotráfico en el norte mexicano.

Situada en el interior de una cantina, en breves pinceladas Mancilla traza la ruta y delinea a los personajes que habrán de recorrerla en raudo remolino. El oscuro bar se convierte en el último santuario visitado por un peregrino herido de rabia, próximo a concluir el camino por la vida a manos de un amigo, casi hermano, víctimas de ajenos ajustes de cuentas, tornados ambos en gastada moneda para pagar las deudas de otros, los de arriba.

Escondido entre los pliegues de lo cotidiano, el terror se comienza a adivinar en la mesera que soporta resignada los requiebros del viejo sátiro, pensando solo en el dinero que de su asco obtendrá, participando así en el juego del trueque con lo único de valor que le queda, que es ella misma.

Los dos protagonistas, compañeros de correrías, amigos de tanto tiempo, casi, casi hermanos, han elevado su amor fraterno a la máxima categoría del ideario del macho mexicano: el compadre, figura por antonomasia para condensar el más alto grado de intimidad y confianza entre dos hombres.

A la mesa, entre licor y humo, con la rocola regalando alegres notas, los dos compadres se aprestan a jugarse el orgullo, el alma y hasta la vida en una macabra jugada de dominó, que como todo juego de azar, permite a cada uno de los combatientes casi sostener el triunfo por instantes, quedando siempre a merced de la suerte y el destino.

Como dos viejos gallos de pelea se cocorean esplendiendo sus alas, atrayendo el triunfo mediante cantos y alardes, buscando convencer uno al otro de las ventajas de una posible rendición que permita que ambos queden tablas durante esa última partida.

Apunte brevísimo de los intrincados y retorcidos rincones de la corrupción en Tamaulipas, la historia contada concluye en un meteórico desenlace en el que la muerte cumple su cometido y se escapa como suele hacerlo a diario en estas tierras, rápida, movidita, sin hacer tanto aspaviento, saliendo apresurada a cumplir su misión en algún otro punto de la geografía norestense que ha tomado por hogar.


No hay comentarios.: