DIGO YO… desde el solana
Tampico, Tam. Agosto 2012.
Por Lorena Illoldi
HISTORIA DEL OTRO LADO
De Ángel Hernández y dirigida por César Iván Martínez Gaitanos, Laberintus Teatro de Nuevo Laredo nos ofreció una pulcra puesta en escena, en la que el director logra interpretar de manera eficaz la poética del texto de Ángel Hernández, que con un magnífico manejo de lenguaje e imágenes, nos transporta hasta el mundo imaginario que una niña inventa para mantener vivo el recuerdo de su padre, ausente casi desde el momento mismo de su arribo a la vida.
Una propuesta eficaz en elementos escénicos, con un teatrino móvil que bien puede permanecer dentro del escenario antes que meterlo y sacarlo, lo que aportaría mayor agilidad; una sillita y aditamentos para lavar la ropa, lo único requerido para significar las diferentes áreas de la historia. Un acierto la economía, y un área de oportunidad el manejo de las áreas del escenario para destacar y fortalecer momentos de la historia, evitando así que los personajes parezcan de repente perderse en la inmensidad del teatro.
El teatro de sombras que utilizaron en repetidas ocasiones tuvo momentos que quedaron a deber, como la corporalidad del personaje del circo, y otros muy logrados como la imagen del hilo que une al ausente con quien lo extraña en una conversación telefónica que logra romper distancias y acercar a la niña a su padre.
La dramaturgia sostiene a una Nora Cristina, que, dada su formación de cuenta cuentos, hace exactamente eso: contarnos la historia desde una perspectiva desde fuera, como si el personaje se mirara a sí mismo hacer y vivir lo que nos va narrando, antes que lograr transmitir las emociones.
De nueva cuenta, y lo que me resulta preocupante, es la falta de unidad en el diseño del vestuario, cuya cromática y selección de estilos no lograba dibujar a los personajes principales como Nora y la mamá, y que en el caso de los servidores escénicos/manipuladores/actores simplemente no logró decirme algo claro respecto de ellos.
La realización de las marionetas, buena; mis favoritos, los bocones, y califico de arriesgado lo que algunos titiriteros conocedores calificaron como títere bodypaint. El manejo de las mismas, deficiente, lo que es aun más arriesgado y verdaderamente puede echar al traste los aciertos del montaje.
Encomiable que el elenco sea extremadamente joven e inexperto, y solo queda esperar que se mantengan en la senda del trabajo y la disciplina para lograr permanecer.
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