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viernes, marzo 27, 2009

Adios a Griselda...



Anoche se despidió de su corpórea envoltura la poeta Griselda Álvarez Ponce de León.


Detrás de ella queda su labor preclara, y encima de todo, su poesía: porque de cada uno que ha partido su inmamente presencia al eterno saber de modo perfecto incrementa, quedando para siempre al alcance de cuantos atrás nos quedamos...


Viento
¡Qué fantasma es el tuyo!
Qué presencia derrama exacto cuando lo convoco:
reconstruye tu olor, tus pasos, toco
la superficie de tu residencia.

¡Qué forma de copiarme tu apariencia!
Qué completo tu abrazo si lo evoco
y cómo se disuelve poco a poco
en esta larga noche de la ausencia.

Y así -paloma en llanto la neblina
se sacude la noche despeinada
mientras que tu fantasma se esfumina.

No sé si fue tu sombra enamorada la
que dentro hoy se me ilumina.
Afuera: viento sólo viento. Nada.




Vida

¡Qué difícil pensar de tan contenta,
no se puede escribir de tanta dicha!
a pío y canto el ave se encapricha
y vuela saboreando la tormenta.

Brota el renuevo y en la rama alienta
una explosión de júbilo predicha.
En lluvia y cal alivia su desdicha
la rosa estéril que vivir intenta.

Una paloma en leche se retiñe
y de tan alba nieve se alborota.
Todo está bien. El sol no se destiñe.
Que los tristes mastiquen su derrota,
yo muero de la risa que me ciñe,
bocanada de vida que me brota.


Vello
Césped infante cubre tu llanura
a tornaluz tal vez rubio de paja
que ahí donde la luz se resquebraja
en bosque limitado se inaugura.

Alfombra tierna, dime ¿de qué hondura
nació la sangre que en tu piel trabaja,
para que germinaras con ventaja
y más seda se hiciera tu envoltura?

Sutileza del aire con que roza
tu ligero vellón en desaliño,
quizá en algún lugar selva tortuosa,
quizá en algún lugar prado lampiño.

A mis dientes corderos suelto ansiosa
para que trisquen en tu césped niño.



Sueño

Estás bajo mi lámpara dormido

y en sueños luchas, gimes, te retardas,
estás bajo mi lámpara y te guardas
como si bien despierto fueras ido.

Huyes quizá, tu pecho está vencido,
pero buscas mi mano y te resguardas,
respiras hondo y el aliento tardas
como en rotunda vocación de olvido.


Porque el sueño y la muerte son hermanos
me asusta tu conciencia de esqueleto,
de relámpagos, hielos y veranos,

tu ya no ser tan siendo tan completo,
tan paradoja fragua de gusanos.
Y dormido te quiero y te respeto.




Paisaje
Amor, amante, amado, yo te digo
con letras rojas toda mi alegría,
por ti la pena entera gozaría,
sin ti la dicha fuérame castigo.

Amor, amante, amado. Me enemigo,
si el amor me retira compañía
porque sin ti la vida es ironía
y lenta muerte que en afán persigo.

Árbol de mi costumbre y mi linaje,
dueño de mi ciudad y mi vereda,
ángel de acero, júbilo del viaje,
recuerdo de mi cuerpo, limpia seda.
Todo ésto y más en íntimo paisaje,
que lo que sigue es polvo y humareda.

Lejana arquitectura
Vejez, llévate todo: cutis terso
donde viajaron manos persuasivas,
ojos radiantes, lámparas votivas
que iluminaron noches de universo.


Llévate aquel andar que como en verso
mis firmes piernas eran decisivas.
Yo buscaba las cosas sustantivas
quizá muy lejos deun afán perverso.


Llévate de la avispa mi cintura,
dimensión increíble, lozanía,
llévate de mis senos la blancura
y el negro de mi pelo en armonía.


Llévate mi lejana arquitectura.
Pero déjame entera mi alegría.
Abril 30 de 1994





Desayuno

Si es que me siento sola, no me importa.
Con el ego me baño narcisista,
ante el espejo me hago una entrevista
y escribo lo que el vidrio me reporta:

la vejez asomada que soporta
un espíritu fuerte y optimista,
hay mucho más de risas a la vista
porque el dolor la vida nos acorta.


Tengo amigos y amigas; más de alguno
por teléfono a veces me resiste.
Espanto algún recuerdo inoportuno
como si fuera mosca. Y si persiste
le invito un poco de mi desayuno.
Sé que estoy sola. Pero nunca triste.
Marzo 27 de 1995

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