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miércoles, julio 26, 2006

REQUIEM POR UN CELULAR.

Es menester que comparta con ustedes mi estulticia y mi pena, en ese respectivo orden.

Torpor, memez, o como gusten llamarle, fue lo que me hizo cometer la gravísima estupidez de destender una cama, recoger las sábanas, echarlas a la lavadora, junto con mi teléfono celular -número de Victoria-, el cual fue a parar al fondo del tanque del electrodoméstico, con el consiguiente ahogo de sus funciones básicas.

Oséase, ya me chingué.

Deriva de lo anterior mi pena, porque en ese telefonito estaban unas preciosas fotos de mi despedida en MTY, el RaVE maravilloso, mis amigos de allá, etc., etc., etc...(Qué maldita suerte la mía de perder fotos ultimamente. Claudia, te estaba esperando para bajarlas con el infrarojo a la laptop y preservarlas para la posteridad en la Red, pero mi error lo ha impedido...)

Espero que se haya salvado el chip. De lo contario, solicitaré a mis amiguitos me reenvien vía mensaje de texto SMS sus números telefónicos.

Sufro, sufro, sufro.

4 comentarios:

ophelias dijo...

Mierda! Santas cagazones Lorena!

Anónimo dijo...

Lo material va y viene y cuando viene viene doble (ya me ha pasado)

Lorena Illoldi dijo...

gracias mi apreciable mariana; he tenido que recurrir a un viejito celular que siempre me saca de este tipo de apuros; un bonito nokia pantalla blanco y negro con foquito alumbrador que nunca falla...

ellb dijo...

Ja! Yo también perdí mi celular, el mismísimo 2 de julio... y también he recurrido al infalible nokia b/n (al que ya le falla el número 5, pero ni modo)