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lunes, julio 31, 2006

IN-SU-FRI-BLEEEE...

Es absolutamente increíble, insufrible, punto menos que intolerable.
No hablo de la economía, ni de la selección nacional, ni de los programas de televisa y tv azteca (que merecerán comentario aparte uno de estos días, ¡lo juro!)

Hablo de este infrahumano calor.
De este avernítico calor. De este exceso de temperatura que trasgrede los límites de lo humano y conmina a toda una ciudad a permanecer encerrados en sus hogares durante largas horas al día.

Si por mera casualidad o imperiosa necesidad se ve usted impelido a salir de su refugio, o sea, su casita, y lo hace en el lapso que comprende de las 11 a.m. a las 4, 5 p.m., es casi seguro que no vea usted a casi ningún alma merodeando por la ciudad.

Los pobres conciudadanos que salen, lo harán en su vehículo los mas afortunados, y si tiene aire acondicionado resistirán; sin embargo, es cuestión de querer pagar algunos pecados, y treparse a un microbús: con media hora en él, le aseguro que ya expió algunas buenas culpas...

Ahora bien, si quiere purificar su alma ofreciéndole a algún dios su sacrificio, es únicamente cuestión de que CAMINE unas cuadras con el plomizo sol en sus espaldas para que casi casi muera de insolación.
Dice una amiga que en las noticias ya solo nos dan la temperatura máxima y mínima estimadas, pero que evitan dar la temperatura en tiempo real porque se corre el peligro de que suceda una sicosis colectiva debido a estos altísimos calores.

De verdad, los victorenses poco le pedimos a los de Mexicali. Nuestros mediodías son, mínimo, de más de 45 grados centígrados, y el sol tiene a bien esconderse poco antes de las NUEVE DE LA NOCHE.

Ha leído usted bien, amigo, amiga.

Si usted no vive en esta bella ciudad y de casualidad lee estas líneas, compadézcase de nosotros y eleve al cielo algunas plegarias por el descanso de nuestras cabecitas y hombros y la piel toda de los victorenses, que entre chorros y chorros de sudor y los rayos del sol que calcinan, pocas oportuniades tiene de sobrevivir.

Por eso, la vida en esta ciudad empieza tarde, tarde...
Y de eso platicaremos en otra entrega, porque yo, desafortunadamente, me retiro de mi oficina, no sin profunda tristeza por salir del paradisíaco hermoso aire acondicionado...

4 comentarios:

Hulk dijo...

¡Aguas!
Porque ya lo ha reconocido la Dir. de Seguridad Pública en Tamaulipas: los crímenes, especialmente los sexuales, aumentan en la temporada de calor. Ahora que si no lo creen, nomás acuérdense de lo que sufrió (es un decir) el protagonista de "Pantaleón y las visitadoras" a su llegada a la amazonia.

Lorena Illoldi dijo...

Y que nos fuera dando uno de esos ataques...
Dios lo oiga, Julito, Dios lo oiga...

Lorena Illoldi dijo...

Y que nos fuera dando uno de esos ataques...
Dios lo oiga, Julito, Dios lo oiga...

Jorge Gajardo Rojas dijo...

Que digo que aqui en Chile es Invierno y en el Sur donde vivo
la temepatura está entre 7ºC a 14ºC,estoy resfriado y definitivamente prefiero el calor a la humedad,ya que mi ciudad está cerca del mar.
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