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viernes, julio 07, 2006

¡¡¡Vieja, ya llegué!!!

Y que me regresan.
Finalmente, después de un exilio de justamente un año, volví al pueblo.

Y son mil emociones encontradas. Por un lado, la alegría del reencuentro con mi familia, es decir, mis hijas y mis amigos, mi comunidad artística, tan luchona e independiente, tan creadora y propositiva.

Por el otro, el dolor profundo de dejar atrás a todos y cada uno de las magníficas personas que la vida me regaló conocer en Monterrey. La tristeza enorme de ya no ver sus rostros, escuchar sus voces, abrazarles, sentir que me harán falta, todos ellos.

Sin embargo, así es la vida, un continuo caminar.

Prefiero pensarme como una mujer doblemente afortunada, pues tengo a mis amigos de aquí, mis amigos de allá, y de todos ellos, su cariño y amor.

Y de mí, hacia todos ellos, lo mismo y aún más.

Hola, Victoria, Adiós Monterrey.

1 comentario:

Anónimo dijo...

|Pues me da una alegria inmensa que ya estes de regreso jejeje Pero cuando dices que estabas exiliada en Monterrey pues siento como si te hubieran corrido, no fue porque allá encontrarias el jale que necesitabas que aquí no estaba por el momento, creo que sería mejor unas vacaciones en Monterrey no pagadas chale que si hubieran sido pagadas de seguro allá seguirias jajajajajaja besos y un saludo Lupita