Ni andaba de parranda.
Antes bien, en este regreso al pueblo, la Comisión Federal de Electricidad ha determinado el no-regreso a mi domicilio, y me ha condenado a andar de saltimbanqui por las casas de mis amigos.
Me explico.
No han colocado de nueva cuenta el medidor eléctrico, o sea no tengo luz y no vivo en mi casa, ando de arrimada en hogares ajenos, con lo divertido que esto puede ser, así como lo gorroso.
Además, todavía no me pagan en mi nuevo empleo, y las malas lenguas dicen que pueden tardar hasta 2 meses en hacerlo... no mamen.
Acepten pues mis disculpas por no actualizar este sentido blog tan expeditamente como querría, pero prometo hacer un esfuerzo.
Saludos a la bandota de todas partes.
2 comentarios:
¿A quién le dices malas lenguas, cabrona?
Justo a ti, recabrôn...
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