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jueves, octubre 01, 2009

una plácida crónica de un miércoles

Dos de octubre.

Se recuerda, dicen, decimos los que seguimos en pie de vida en esta a veces lucha siempre dicha de ser y estar.

Vengo maravillada del espectáculo de Plácido Domingo, cuyo concierto ha sido una cosa muy pero muy que agradabilísima.

Lo impresionante del asunto es todo el boato del poder extendiéndo su manto sobre la ciudad y puerto de Tampico, que albergó en su Centro de Convenciones a poco más de 7 mil espectadores quienes nos deleitamos con la voz del maestro, que regaló un espectáculo cálido, emotivo, pleno, y hasta largo: más de dos horas y media de arias, piezas de zarzuelas, boleros y hasta huapangos.

Boletos desde 400 pesos en gayola hasta 7ooo en la zona Platino, o sea, lo más VIP de lo VIP, ¿sabes cómo?, y el lugar aquel no tan lleno como se esperaba sino más bien con asientos vacíos por aquíy por allá (aunque eso valga queso dado que el evento está más que blindado contra pérdidas y todo es ganancia en favor del DIF)(no pienso explicar de qupe modo sucedió el blindaje: qué hueva).

Una soprano argentina guapísima y grandiosa cantante, la sinfónica de la UAT con dos directores de orquesta, el de casa y un neoyorquino fe-no-me-na-les; los niños cantores del MECED del DIF estatal, un buen mariachi, dos jaraneros, fueron cómplices del genial cantante que cantó lindo, lindo, celestial en momentos... y la soprano, bueno, de lujo.

Las rolitas "cultas" del inicio se vieron superadas en entusiasmo del público en cuanto el español invadió sus oídos, y al ya conocer las canciones, nos convertimos todos en un monumental coro que acompañaba a Plácido a petición de él mismo, que nos sugería también que lo lleváramos al encore...

Bueno: bailó y se divirtió de lo lindo, desmitificando al estereotipo del tenor divo-insoportable, y mostrando al gran ser humano que se adivina a través de sus actos en otras esferas de la vida más allá de los escenarios.

En fin, esa es la nota amable del resto de la hoguera de las vanidades que resulta ser la mayor pasarela política en nuestros días sin que haya tenido que ser el informe de gobierno; una movilización tal de personas y recursos solo deja en claro quién manda en este estado y de qué lado masca la iguana en torno a los temas de la futura sucesipon del poder ejecutivo estatal.

TODO MUNDO que es alguien en la polaca estaba ahi, yo los ví, en un asiento mucho mejor que gayola, y que me llevó hasta los entresijos del poder, cosa que me encanta atestiguar, pues es un excelente escaparate de personales y buenas historias las que en ese tipo de eventos se logran apreciar...

Nada para nadie salvo para el jefe de jefes, que por cierto albergó en su mesa y a su diestra a su antecesor quien diligente, presto y discreto despachaba de modo adjunto durante la lonche parti que siguió al conciertazo.

Mi canción favorita, Te quiero, dijiste, de Maria Greever.
Felizmente, mojé mis pies en el agua de mi amado mar, de mi amada y amantísima playa de Miramar...

Gabriela, Loya y Gina patas de gallina, gracias por su generosa amistad.

Luego vengooooooooooooo................

(8 meses)

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