...nomás estaba mojado.
Hablo de mi celular.
Cual frankestein, volvió a la vida. Y no fue un rayo el que lo alivianó, sino las manos de mi hija menor, Rebeca, de casi 15 años y una nata habilidad para desconchinflar aparatos electrónicos , moverles sólo Dios sabe qué, y hacerlos andar.
No me voy a meter en honduras; lo arregló, y eso me hace extraordinarioamente feliz, pues, de esta manera, he recuperado el acceso a las fotos de mis amiguitos de MTY, y en cuanto pueda, ahora sí las rescato y las subo a la red. Bendita red virtual, que se convierte en el mejor medio para almacenar datos de todo tipo....
... y si no creen, para muestra cada una de las locuras que escribo, y que ustedes, mis virtuales amigos, me hacen favor de leer. Oh sí, pues miro avanzar mi contador, leer comentarios, y ahora soy triplemente feliz, pues a mi círculo de amistades en Vicbrodria, tan queridos, a mis amigos de MountGay, ahora estreno la cofradía virtual: los blognautas.
¡¡¡Saludos a todos!!!
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